Es un programa que nace gracias a que el 62,7 % de los beneficiarios, son mujeres y niñas. Las familias son monoparentales donde hay una madre cabeza de hogar. Además, notamos que la fundación no tenía mucha representación femenina, todos los profes eran hombres y en el área administrativa solo había dos mujeres.
Nuestro propósito es darles mayor visibilidad a las mujeres dentro de las artes marciales y comenzar a vencer retos y obstáculos tanto profesionales como personales.
Es un programa transversal, se trabaja con todos los niños y niñas desde familias Altius, guerreros de vida y escuela de profes para que ese enfoque femenino y diferencial se tenga muy presente y así seguir trabajando desde la prevención del feminicidio y desde el fortalecimiento integral de las mujeres.
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